1. Para empezar el día bien pilas: ROSAMONTE CLASICA. Un mate cebado en ayunas con esta yerba y con el agua a 80 grados te pone pilas en el acto. Claro que un termo completo te puede poner a apretar las mandíbulas si no lo acompañás con algo dulce. El gusto es fuerte, lo justo para saciarte con un par de mates antes de partir raudo al laburo.
2. Para estudiar: LA TRANQUERA . Yerba apenas aceptable pero a precio imbatibe. Te tomás cuatro mates. Lo dejás. Y a la hora te tomás otros cuatro. Ideal para leerte los más embolantes tratados sociológicos, ya que con este método no tendrás acidez ni ardor estomacal, aunque tomes tooooda la tarde, mate tras mate, quemándote la cabeza.
3. Para cuando no tenés un mango: CHANGO. No es una de las yerbas mejor referenciadas de la góndola, pero debiera serlo, por cumplidora, ya que si la comprás por kilo cuesta menos de la mitad de las tradicionales. Tenela en cuenta para la próxima debacle financiera.
4. Para la oficina: CRUZ DE MALTA SELECCION ESPECIAL . Ya superaste la modorra post almuerzo y ahora necesitás algo que te de un envión para cerrar la jornada dignamente. Nada mejor que un mate para despabilar y de paso charlarte a la compañera de laburo. Cruz de Malta Edición Especial tiene buen sabor y rinde largos mates como para estirar hasta la hora de salida.
5. Para sentirse dueño de una estancia: LA MERCED, CAMPO. La Merced le habla al propietario de una 4x4 que viste boina y pañuelo al cuello. Viene en un envase de cartón donde la yerba está guardada como una joya dentro de otro envase metalizado. Elegimos el blend de campo y monte para unos suaves amargos a cielo abierto.
6. Para paladares delicados: CAA PORA. El nuevo blend de yerbas tradicionales de Establecimiento las Marías tiene esa cosa de gourmet criollo, que quiere recuperar las raíces guaraníes del mate, combinando la ilexis paraguariensis rústica que crece silvestre, con el touch sauvage que le da haber sido secada en barbacuá con leñas tradicionales. ¿El mate? Rico como cualquier otro, pero con un rugoso gusto amargo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario